02 Feb Cinco errores comunes a la hora de hacer ejercicio
- Ponerte metas imposibles: sí en este medio vivimos diciendo que “nada es imposible” que si te lo propones puedes lograr “todo”, esto es cierto siempre y cuando seas realista con lo que te propones y en el tiempo en que te lo propones. Perder 6 kg en 4 días porque te vas a la playa, conseguir el cuerpo de esa modelo de ropa interior, pensar que vas a conseguir todos los cambios que puedes en 1 mes de entrenamiento. Olvídate de querer el cuerpo de alguien más, es imposible porque tienes el tuyo, eso no significa nada malo, no significa que no puedes verte “tan bien como”, puedes pero en ti mismo. Sé honesto contigo y toma en cuenta tus habilidades, tu nivel de compromiso, tu estilo de vida para que te propongas metas reales en tiempos reales.
- Vas por cantidad y no calidad: entrenas más de lo debido incluso varias veces al día y como en automático, haces una rutina larguísima sin tener claro tu objetivo (más allá de hacer cada vez más ejercicio), 500 repeticiones de cada ejercicio para el abdomen pero los haces mal, estás 3 horas en el gimnasio pero dos horas y media las pasas hablando con los demás y viendo el celular; así no verás resultados. Cuando empiezas a enfocarte realmente en lo que estás haciendo, aumentas la calidad de cada movimiento que realizas, tienes un propósito definido y empiezas a hacer las cosas bien retando tanto tu resistencia aeróbica como tu fuerza, obtendrás resultados y tus rutinas serán más cortas. Además entrenar en exceso es nocivo para tu salud y también limita tus progresos. Enfócate en la calidad de tu entrenamiento.
- Quedarte siempre con la misma rutina: cuando haces la misma rutina una y otra vez tus músculos se adaptan a ella, en este caso lo más probable es que te estanques porque el estímulo que están recibiendo ya no los reta. No significa que no puedas hacer ejercicios repetidos y cada día tengas que inventar algo nuevo (aunque hay muchísimos ejercicios de donde escoger). Sí significa que debes variar tu rutina, cambiar ejercicios o ángulos para realizarlos, aumentar las cargas-peso, incluir circuitos, ejercicios funcionales, jugar con tus tiempos de descanso-recuperación, bajarte de tu máquina de cardio preferida y escoger otra, etc. La idea es que mantengas tus rutinas variadas para que tus músculos no puedan adivinar qué vas a hacer y les cueste adaptarse.
- No hacer la técnica de los ejercicios de forma adecuada: aprender la forma correcta de los ejercicios es esencial para obtener resultados y evitar lesiones. Al hacer un ejercicio de forma incorrecta tus músculos no tendrán el estímulo necesario para progresar y lo más probable es que al terminar te duelan y molesten cosas que no deberían. Es importante que aprendas la técnica de los movimientos, que si tienes dudas preguntes a alguien que te guie correctamente, recuerda que los instructores existimos por buenas razones.
- Subestimas lo que comes: como tienes una buena rutina de ejercicio crees que todo está hecho y terminas olvidándote de lo más importante: la alimentación. Si crees que comiendo chatarra pero entrenando duro verás resultados estás en un error, puede ser que veas algún cambio al principio pero te estancarás rapidito. Por otro lado, creer que en el gimnasio puedes quemar las calorías extra de toda esa chatarra que comes también es muy ingenuo, las calorías las consumes mucho más fácil y rápido de lo que las quemas; para quemar solo media taza de helado de chocolate debes trotar aproximadamente media hora, por ejemplo. Ten claro que no puedes contrarrestar una mala alimentación con ejercicio. La buena alimentación y el ejercicio deben ir de la mano.
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